domingo, 12 de septiembre de 2010

Secretos

Me gusta saber que nos tenemos,
tu estas en mí y yo en ti.

Es una apuesta segura,
un contrato de alcoba
donde los dos somos
un puente insaciable
de carne en ascuas.

Sabemos que estamos
desde que fuimos,
desde que vimos,
desde que deseamos.

No es más que eso,
una especie de intercambio,
un aquí y ahora de lujuria oscura
donde la letra se disfraza de diente
y el verso, es un falo erecto de palabra,
que eyacula poemas.

Por Carlos del Moral ( Cooper)

jueves, 19 de agosto de 2010

Comunicado importante


Estimado lector

En vista de los últimos acontecimientos de robo de correos, con el consiguiente perjuicio tanto para los remitentes como para los destinatarios, asi como el continuo robo de blogs, y después de pensarmelo mucho , me tomo un descanso.

He tomado algunas medidas que espero que os sean utiles a todos cuantos me leen

1.- Mi perfil de **BaBy** sigue activo, aunque por seguridad no publico con el, es más ni siquiera tiene el privielgio de autor en ninguno de mis blogs ;asi evito que se borren los post que con tanto cariño y dedicación se ha venido publicando a lo largo de este tiempo.

2.- Ruego que desde el momento en que lean este comunicado se abstengan a enviarme a el correo tuamanteinfie@gmail.com ningún email, pronto crearé una nueva cuenta para que el que lo desee se comunique conmigo, la otra la mantengo para un primer contacto unica y exclusivamente.

3.- Esto no es una despedida, ni mucho menos. Creo es conveniente dejar de escribir durante un tiempo; se de sobra que este problema no se soluciona asi, pero espero que comprendan que es imposible dedicar las 24 horas al dia a preservar la seguridad de mi correo, por poner un ejemplo hoy tuve que modificar mi contraseña dos veces, asi como enviar una copia del correo que google me envio a un amigo policia para que siga sus pesquisas sobre esta persona.

4.- Con el tiempo aprendí que no todo es lo que parece, ayer una buena amiga me envio un correo donde se veia claramente la manipulación de su cuenta de correo, primero efectuada desde Argentina y posteriormente desde España.

5.- Tengo en mi cajón muchos textos pendientes de publicar: relatos, poemas, escritos que espero salgan a la luz muy pronto. Pido comprensión y paciencia para aquellos lectores que no he contestado; lo haré desde la nueva cuenta tan pronto mis ocupaciones me lo permitan

Un cordial saludo

**BaBy**

sábado, 7 de agosto de 2010

Jornada intensa


Quién me iba a decir a mí esta mañana, durante la reunión, que acabará el día aquí, en tu casa, follándome tu boca. Cómo podía yo imaginar que la corriente eléctrica que me sacudió al rozar mi pierna con la tuya bajo la mesa de juntas iba a tardar un segundo en convertirse en una erección, cuando decidiste pasar toda la reunión con tu muslo pegado al mío.

Y claro que nos hicimos los tontos, y claro que ni nos mirábamos, pero tus ojos estaban enrojecidos por la excitación, igual que los míos. Aún así, no podía imaginar que después, en el ascensor, ibas a apoyar tu cadera sobre mi erección mal disimulada, dejando el aroma de tu cuello a un milímetro de mi nariz.

Después, toda una jornada de buscarnos sin tener el valor de abordarnos, de miradas furtivas, de calentura creciente... y por fin tú, mucho más macho que yo, has evitado que me escape con mi excitación a casa. 

"¿No vas a invitarme a una copa?"

"Claro que sí". 

Y todavía me parece mentira que hace un par de horas estaba morreándome en un bar, como un quinceañero, con la tía nueva que pone brutos a todos los de la oficina. 

"Vivo aquí al lado" ha sido todo lo que has necesitado decir.

Una vez en tu casa, sólo puedo pensar en desnudarte. Tengo la polla como una piedra pero quiero verte, besarte, lamerte... no tardo un segundo en quitarte ese vestidito (bendito verano) y descubrir que debajo solo está tu cuerpo. 

Dios, tus tetas son preciosas. Las aprieto, las beso, dibujo y redibujo tus pezones con la lengua, subo hacia tu cuello, tus orejas, tu boca... le doy un poco de consuelo a mi polla rozándola contra tu cuerpo, vestido aún de pies a cabeza. Es suficiente. De momento solo quiero comerte. Bajo poco a poco por tu cintura, tu ombligo, el fascinante relieve de tu caja torácica... tú no dices nada, solo jadeas. Cuando llego a tu coño, ya está empapado. Lo bebo, lo lamo, lo devoro. Atrapo tu clítoris con los labios, lo estiro, lo suelto, te meto la lengua, la muevo, la giro, la lleno de tu sabor, y finalmente me estallas en la boca con un orgasmo ruidoso y torrencial, mientras me sujetas la cabeza con manos temblorosas.

No puedo más. Tengo que follarte. Me quedo en bolas. Te quedas mirando mi polla y levantas las piernas hasta formar la uve más bella del mundo. Te penetro de un tirón, hasta el fondo. Tú sueltas un suspiro. Me muevo más y más fuerte hasta que tus jadeos se convierten en gritos. Vuelves a correrte. Yo no aguanto más. Me salgo y estallo como un géiser. El primer trallazo de mi semen llega a tu mentón. El resto cae con furia sobre tus tetas, tu vientre, tus muslos...

Me he corrido como un caballo pero acabo de perder la erección. Me pones muchísimo. Tú apenas me has visto la polla y sientes curiosidad. Me empiezas a pajear despacito y sientes cómo reacciono. Con suma maestría, lames mi glande durante un buen rato, hasta que acabas engullendo mi polla, mamándola con glotonería. Otra vez estoy como una piedra. "Túmbate" te digo. Te tumbas boca arriba. Me coloco sobre ti, me afianzo bien al cabecero de la cama y me empotro en tu boca. Bombeo salvajemente, te lleno, te atraganto, me salgo, me disculpo, me pides que siga, y sigo, sigo, sigo, sigo, sigo... voy a tener que pensarme ya si te lleno la boca de leche o si te riego las tetas.



Espero que os haya gustado.



En el próximo post os diré cuanto me ha gustado.....

El relato de MI amigo  J

autor tambien de LA INMOBILIARIA, ESPERO QUE OS GUSTE

BESOS CALIDOS

jueves, 27 de mayo de 2010

La inmobiliaria



Yo trabajaba en una inmobiliaria. Mi trabajo consistía en el mantenimiento de los pisos. Cuando había mucho trabajo, también me asignaban unas zonas concretas de la ciudad, donde tenía que enseñar los pisos a los posibles clientes. Normalmente, eran parejas que iban a casarse pronto o gente que buscaba una segunda vivienda. De vez en cuando también venían padres que querían comprar una casa a sus hijos, pero no era habitual que una chica joven como tú buscara un piso.


Era principio de verano cuando mi jefe me asignó la tarea de mostrarte cinco viviendas. Eran apartamentos pequeños, distribuidos en la zona donde trabajaba yo, muy cerca del mar. Había quedado contigo en la puerta de la primera vivienda, llegué cinco minutos tarde.

* Hola, creo que me estás esperando, lo siento, he perdido el metro y me he retrasado.


* Tranquilo, acabo de llegar. Todavía no conozco la ciudad por lo que no he podido ser puntual, con lo que soy yo.


* Tranquila, enseguida te moverás como pez en el agua.



Accedimos al portal, dejé pasarte primero, y no pude evitar fijarme en tu vestido. Un vestido ajustado, azul, de verano, que dejaba marcar tus curvas perfectamente. Incluso pude divisar la marca de tu tanga.

Subimos en el ascensor, hacía calor y te abanicabas. Me mirabas de vez en cuando, yo llevaba ropa sencilla: unos vaqueros oscuros y una camiseta blanca, algo cómo para trabajar.

Me contabas que habías encontrado un nuevo trabajo, que escapabas de tu ciudad, de una relación tormentosa. Yo te decía que habías llegado en la mejor época, que pronto olvidarías todos los problemas.

El piso era pequeño, con ventanas, pero con poca luz por lo que enseguida dijiste que no era lo que buscabas.

- Necesito algo más luminoso, algo con más ventanas, que el viento corra por la casa, que el sol entre y caliente la casa. Tienes algo así?

- Creo que se lo que buscas, vamos, tenemos una casa dos manzanas al sur.

En el camino a la nueva vivienda, estuvimos charlando sobre nuestras vidas, nuestros trabajos, planes de futuro, etc. Nos hicimos amigos pronto. Antes de subir a casa, me dijiste que tenías sed y te apetecía tomar algo.

Había un bar junto al portal, y fuimos a tomar algo. Yo no tenía prisa en volver a la oficina, seguro que habría alguna casa que limpiar.

Tras tomar algo, subimos en el ascensor. La casa estaba en un séptimo piso. El ascensor era muy pequeño, solo para tres personas. Al entrar, una señora mayor nos pidió pasó. Dijo que salía en el quinto, así que se colocó junto a la puerta. Yo estaba pegado al espejo, y tu, estabas justo delante de mí. Intentaba evitar tocarte, pero era imposible que mi cintura tocase tu trasero. Hacía calor, y el ambiente subía de tono mientras la señora trataba de dar conversación sin obtener ninguna respuesta por nuestra parte. Sentí que tu cintura se movía. Al principio intenté apartarme, pero estaba atrapado y no podía moverme. Sentí que una leve erección estaba a punto de comenzar hasta que de repente el ascensor se detuvo y la señora se despidió con un gesto amable. Te apartaste y empezaste a reír: “pensaba q no callaba, por dios. Y que calor hace aquí….”

-Sabes, la copa que nos hemos bebido me ha subido un poco. Esto de beber sin comer y por las mañanas, me da una tontera.

* Sí, a mi me pasa lo mismo, además con este calor mañanero…



Estábamos muy juntos cuando abrí la puerta de casa. Nos rozábamos, buscábamos formas de tocarnos, de rozarnos.

-. Mira ven, te enseño la terraza, hay que pasar por la cocina para llegar a ella.

- Que bien, me encanta, además entra el sol

Mi cuerpo estaba invadido por el deseo de agarrarte, colocarte contra la pared y besarte y acariciarte. Al tenerte tan cerca, mi cuerpo casi se agitaba. Al salir de la terraza, en la puerta, nos rozamos, nuestras manos se acariciaron. Una vez en la cocina, no pude controlar mis impulsos y te coloqué contra la encimera de espaldas a mí. Mis manos acariciaban tu cuerpo mientras mordía tu cuello, te agarré de la cintura, te dí la vuelta mientras nos besábamos. Nuestras lenguas se abrazaban, se mordían.

Nos morreábamos con ansiedad mientras tus manos quitaban mi camiseta, dejando mi torso al descubierto. Mis manos agarraron tu cintura, colocándote sobre la encimera. Te coloqué justo al borde, para que mi cintura pudiera rozar la tuya. Mis manos desataron tu vestido por la parte de arriba, para que tus pechos quedaran libres.

Seguíamos besándonos, con pasión, con un punto de ansiedad. Nuestras lenguas, labios y bocas se buscaban mientras mis manos acariciaban tus brazos, tus hombros, tu cuello, tus pechos. Masajeaba tus pechos, suavemente, con delicadeza, para después pellizcar tus pezones.

Mi lengua empezó a recorrer tu cuello. Lamiéndolo entero, mientras estirabas tu cuerpo hacia atrás y colocabas tu espalda en uno de los armarios. Gemías suavemente. Mis dedos seguían jugando con tus pezones cuando llegó mi lengua. Estuve un rato pellizcándotelos mientras te los lamía. Pero después, mi lengua se quedó sola. Mis manos acariciaban tus piernas, mientras mi lengua lamía tus pezones, los mordisqueaba suavemente con mis dientes. Los metía, mordía y soltaba para después lamerlos con mi lengua.

Mientras tanto, mis manos subieron por tus piernas, hasta agarrar tu tanga y quitártelo. Mis dedos acariciaban tu clítoris, suavemente, solo rozándolo. Mientras mis dientes acababan de mordisquear tus pezones para deslizarse por tu cuerpo. Mi lengua llegó hasta tu ombligo, después hasta tu cintura. El vestido hizo q mi lengua se apartara y se dirigiera hasta tus muslos. Los lamí, suavemente, sin dejar que mis dedos rozaran tu clítoris. Mi lengua siguió avanzando hasta llegar a tus labios.

Los agarré con mis dientes, muy suavemente para no causarte ningún daño. Los metí en mi boca y los chupé. Los solté, y mi lengua se dirigió hasta tu clítoris. Lo froté y deslicé mi lengua por él una y otra vez. Mordisqueándolo suavemente. Después, se deslizó hasta tus labios, introduciéndose entre ellos, jugando hasta penetrar dentro de ti.

Tus gemidos eran cada vez más intensos. Tus manos jugaban con mi pelo. Empujaban mi cabeza hacia ti, presionabas como si fueras a meterla dentro de ti. Mientras tanto, mis manos acariciaban tus piernas, las masajeaba. Mi lengua seguía su camino por tu interior, lamiendo las paredes húmedas, saboreando tus flujos. Deslizándose entre tus labios, saliendo y entrando. Mordisqueándolas.

Hiciste que me levantara y en un pequeño brinco, te colocaste de pie frente a mí. Me besaste, empezaste a lamer mi pecho. Mordisqueabas mis pezones, mientras soltabas con ansiedad mi pantalón. Me desnudaste enseguida. Viste que mi pene estaba muy erecto, parecía una roca que salía de mi cuerpo. Te agachaste. Sin mediar palabra la introdujiste en tu boca de un golpe. Me mirabas a los ojos, mientras la chupabas, primero la punta, mordisqueándola suavemente. Y después te la introducías hasta dentro. Jugando en el interior con tu lengua.

Agarrabas mis huevos y los masajeabas sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento. Empecé a gemir, mientras te miraba fijamente. Sacaste mi pene de tu boca y dijiste:

- Fóllame


Te levantaste. Te agarré de las piernas, las abrí. Te subí a la encimera y te penetré hasta el fondo. Nuestros cuerpos se unieron sin problemas, mi pene penetró en ti deslizándose por tus paredes húmedas. Y estuvimos follando encima de la encimera, mientras nos besábamos, mordisqueábamos, lamía tus pechos.

Después, te coloqué de espaldas a mí contra la encimera, de pie. Abrí tus piernas y penetré agarrando tus pechos, pellizcando tus pezones. Volví a darte la vuelta, quería mirarte mientras follábamos. Me dijiste que no me corriese dentro de ti, que querrías que me corriera en tu boca, y que lo hiciese cuando quisiera porque tu ya lo habías hecho varias veces.

Eso me puso tan cachondo, que no pude evitar sentir que mis huevos se agitaran a punto de explotar.

Me levanté, empezaste a comérmela y me corrí por tu boca y tus pechos.

Nos abrazamos y estuvimos charlando un rato, riéndonos.

Ya cuando después de vestirnos fuimos a despedirnos en el portal, me dijiste:

- Creo que todavía no me he decidido. Buscaré un hueco en mi agenda para que sigas mostrándome apartamentos.

Y con un beso, nos despedimos.


Gracias J por tu "Regalo"

****

Este relato está también en mi otro blog Tu amante infiel . Aqui es el lugar donde debería haberlo publicado en su día, por que no es un regalito.

viernes, 26 de marzo de 2010

Videos para dar y tomar.


Hay un chico que su vicio es enviarme videos para que disfrute , como podeis observar no uno ni dos, puestos a enviar pues que menos que 20.

Ya tengo entretenimiento para esta Semana Santa, si alguno de vosotros desea verlos enviarme un correo y os facilito el link de cualquiera de ellos.

Besos cálidos a todos y como no se muy malos estas vacaciones.



Para muestra un botón






Blog Widget by LinkWithin